miércoles, 13 de marzo de 2013

Conociendo al pibe S. (Extracto)

Señor P, tengo música nueva para usted, me decía S. , le tengo que enseñar nuevo meterial, que se ha quedado muy desfasado, esa música de finales de los ochenta y de los noventa quedó muy anticuada. Mirá, me seguía diciendo, ese personaje de más de metro ochenta de altura, vestido de negro, y con cada vez menos pelaje en la cabeza, te paso música actual, aquí tenés Rage, este grupo es genial, son alemanes, los vi varias veces, son muy buenos. Y aquí otros grupos, no sé si estás preparado, tenés que educar el oído. Yo mientras tanto seguía pensando en mi música antigua pero estupenda, de viejos casi jubilados, que tanto me gustaba. La dama de hierro y los metaleros de california me seguían poniendo los pelos de punta, por mucho que dijese S. que son unos carcas, entonces me decía a mi mismo, y un carajo.
 
Escuchar la música de S. en los auriculares de mi reproductor, me acompañaba en los viajes en transporte público en la ciudad de B. Es increíble, pero a pesar de llevar el volumen al máximo, y ser música contundente, me ayudaba a leer en el metro y el ferrocarril. Cosa que incluso a mi me sorprendía. Leer poesía soviética y alemana con música metalera en mis oídos se había convertido en una costumbre. Lo ves pibe, la buena música, me decía,se escucha en cualquier situación y lugar.

 
 
 

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